Seguidores

martes, 18 de agosto de 2009

Amigo... sin más

Mí pequeña Xila

El poema que traigo hoy no tiene nada que ver con mí pequeña Xila. A ella me la entregaron cuando tenía poco más de un mes. Era una pelotita negra con un pelo brillante y lustroso. Hoy es una perrita con dos años siempre dispuesta a jugar, pero la verdad es que tanto mí mujer como yo, hoy no sabríamos que hacer sin ella. Ahora le ha dado por acabar con todas las lagartijas que ve en el patio, pero no hay problema... ¡no caza ni una!
Amigo... sin más
__________________________________________
_________________________________
________________________
Sentado estaba a la puerta
de mí vieja casa un día,
devanándome los sesos
pensando en las cosas mías,
y por más que me afanaba
de mí mente no salía
nada que a mí me alegrara...
-¡que negros algunos días!-
Se me acercó un viejo perro
salido de no se donde
y me miró fijamente,
como diciendo... "este hombre..."
y yo me dije... "Este perro...
no debe tener ni nombre".
El me miraba sereno,
como si me conociera...
con mirada dolorida...
con su larga lengua fuera,
moviendo triste la cola
como si acaso quisiera...
¡pero no!... parece viejo
y está como resabiado,
no es un perro de fiar...
pero... ¿porqué no probarlo?
No le dije nada.
Le tendí la mano.
Me echó una mirada
dulce... sosegada...
y con gesto sano,
de forma pausada...
¡me lamió la mano!
Y después, tranquilamente,
de una manera sencilla
se echó a mis pies indolente.
¡Santo Dios que maravilla!
Tan falto de amor estaba
que al tratarle cariñoso,
el pobre perro tiñoso
con nobleza se entregaba.
Me sonreí... de verdad
viéndole a mis pies tumbado.
Me llenaba de piedad
aquel perro abandonado.
¡Ah si pudieras hablar!
¡cuantas cosas contarías!
¡cuantas cosas me dirías
de tu errante caminar!
quizás de amores vividos
en alegres compañías
de seres que tu has querido...
de seres que tú querías...
Pero también desengaños
que rompieron tristemente
la fe que tiene en la gente
aquel a quien se hace daño.
Se quedó conmigo sin pedirme nada.
Y le llamo Amigo,
porque su mirada serena y callada,
es la de un amigo
que no pide nada pero está contigo.
Un pobre mendrugo que traga goloso
y algunas caricias
que acepta gozoso
y vive conmigo, hace mis delicias,
más... ¿será dichoso?
Tiene en su mirada de perro esquilmado
esa prevención
de todo el que un día se sintió engañado
y ya no se fía... le falta ilusión.
Está escarmentado.
Y vive conmigo sin obligaciónes.
Libre de marcharse,
libre de quedarse.
Con la puerta abierta sus decisiones.
Sin pedirle nada,
pero el, generoso,
se siente obligado
y sale conmigo. Siempre jubiloso
corre y me acompaña. Creo que he notado
que sus ojos tristes
se alegran al verme
y aveces diría que de cierta forma,
su alma solitaria
se esfuerza en quererme.
Amigo sin más.
Nos llevamos bien.
Amor que le das,
te lo da también.
Y un día, enojado,
a un tipo insolente
que me habló exaltado,
corriendo a mi lado...
¡le enseñó los dientes!
Hace ya muchos años, le llamé Amigo... sin más. Y vivió varios años con nosotros... y no murió abandonado.
Bueno, este es otro de los poemas de mí libro Entre renglones.

14 comentarios:

sara dijo...

La amistad es lo mejor que hay en el mundo.
Me ha encantado este poema tan sincero.

Mil besoss

Sara

mardelibertad dijo...

La amistad es un tesoro para cuidar
y compañia da, en alegria y tristeza
Abrazo de amistad

Angeles dijo...

Hermosos renglones encontré por aquí, me gustaron mucho tus blogs, espero contarte entre mis amigos sin más...
Sigo leyendo....
Besos:)

Juan Francisco dijo...

Hola Sara. Si, la verdad es que la amistad es algo muy hermoso, pero si ademos es la amistad de uno de estos indefensos animalitos, todavía es mas limpia. Un abrazo.

Juan Francisco dijo...

Hola Mar como le digo a Sara la amistad de nuestras mascotas es posiblemente la mas sincera y desinteresada que puede hallar el ser humano. Y al igual que con cualquier amigo, nos hace reir y también llorar. Besos.

Juan Francisco dijo...

Hola Ángeles bienvenida a este blog. Encantado de que te gustan estos renglones y seguro que seguiremos siendo amigos sin mas.
Un fuerte abrazo.

Thony Caro dijo...

FRANCISCO... QUE BUENO...PODER TOMAR A ESOS ANIMALES TAN NOBLES Y DARLES PROTECCION ES ALGO MAGICO, TE FELICITO.-YO ANTES TENIA EN MI CASA DE DE PLAYA PERO AHORA ME ES DIFICIL TENERLOS EN LA CIUDAD Y ADEMAS NO PODRIA ATENDERLE.-
EL POEMA ...COMO SIEMPRE IMPECABLE.-
UN ABRAZO

Juan Francisco dijo...

Hola Thony. Tengo amig@s que me han dicho mas de una vez que no quieren tener perros o gatos porque cuando e mueren se sufre mucho por ellos. Por esa regla de tres, privamos a esos animales de lomas importante: su vida. Gracias por tu visita y tu comentario Thony. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Bonito. Me gusta.

Juan Francisco dijo...

Bienvenido Angus; me alegra que te guste y te doy las gracias por pasar y comentar. Un abrazo.

Sandra Figueroa dijo...

Pero que hermoso poema a ese amigo que es fiel y no nos pide nada. Que belleza de letras en las cuales vi reflejado a un perro callejero que siendo niña adopte llamandolo SoloVino porque llego solo hasta mi casa una Noche de Navidad. Un gusto leerte, te dejo un beso, cuidate.

Juan Francisco dijo...

¿Recuerdas Sandra a Alberto Cortez?
"Aunque fue de todos nunca fue de nadie. Era un callejero con el sol a cuestas. Era nuestro perro y era la ternura que nos hace falta cada día mas. Le llamamos nuestro porque lo que amamos lo consideramos nuestra propiedad". Algo tan sumamente grande como el amor hacia un perro "callejero" no lo he visto jamás tan real y tan sentido como en la canción de Alberto. Callejero. Yo lo llamé Amigo. Un abrazo. Juan.

Trini Reina dijo...

Al perro, como al ser humano, le custa entregarse, si viene de un fuerte desengaño. Anda queriendo creer en el amo, el amigo, en el que lo quiere. Sí, anda queriendo creer y querer, pero le custa entregarse por completo, siempre se deja un resquicio propio, por si le es necesario huir de nuevo...

Muy bello el poema

Saludos

Juan Francisco dijo...

Hola Trini me alegro de leerte por aquí. Es verdad que los perros abandonados, como cualquier ser en esas condiciones desconfía de todo y de todos, pero también lo es que no hay un perro que entregue tanto
afecto y tanta dulzura como ellos cuando ven cariño, cuando ven que se les trata como amigos. Un abrazo, Trini.